¿Te ha pasado alguna vez que quieres escribir, pero las palabras parecen escondidas? Como si tu imaginación jugara a las escondidas y, por más que intentes, el papel se queda en blanco. La buena noticia es que hay técnicas para desbloquear tu creatividad, y lo curioso es que no siempre empiezan escribiendo…
(Te contaré un ejercicio que parece un juego infantil y termina generando una historia sorprendente, pero antes vamos a recorrer juntos todo lo que puedes hacer para entrenar tu inspiración. Quédate hasta el final, porque ese ejercicio es un verdadero tesoro creativo).
¿Por qué practicar ejercicios de escritura creativa?
Antes de entrar en la práctica, es importante entender el “por qué”. La escritura no es solo un talento, es una habilidad que se entrena. Igual que un músico practica escalas o un atleta calienta antes de una carrera, los escritores necesitan ejercitar la mente para que las ideas fluyan con naturalidad.
Los ejercicios de escritura creativa sirven para:
- Vencer el bloqueo mental: cuando no sabes cómo empezar.
- Desarrollar imaginación: descubrir nuevas historias dentro de ti.
- Mejorar tu estilo: jugar con palabras y frases.
- Conectar con tus emociones: muchas veces escribimos lo que sentimos sin darnos cuenta.
- Disfrutar: porque escribir también es un juego.
Cómo empezar: prepara tu espacio creativo
Un buen entorno puede marcar la diferencia. Aquí no necesitas un estudio perfecto ni una máquina de escribir antigua. Basta con:
- Un cuaderno o documento digital solo para tus ejercicios.
- Un lugar tranquilo donde no te interrumpan.
- Un tiempo fijo, aunque sean 10 minutos al día.
- Una pequeña rutina: música suave, una vela, o simplemente un té.
Lo importante es enviarle a tu cerebro la señal de que estás entrando en “modo creativo”.
Ejercicios de escritura creativa para desbloquear la mente
A continuación, verás distintos ejercicios. Algunos son rápidos, otros más profundos. Te recomiendo probar varios y descubrir cuáles funcionan mejor contigo.
Escritura automática
Este es uno de los clásicos. Consiste en escribir sin parar durante un tiempo definido, por ejemplo, 5 minutos. La clave es no censurarte: no importa si lo que escribes tiene sentido o no.
- Cómo hacerlo: pon un temporizador, toma tu cuaderno y escribe todo lo que se te ocurra. No levantes el lápiz ni borres nada.
- Beneficio: ayuda a que la mente deje de juzgar y libere ideas escondidas.
Cadáver exquisito (versión individual)
Originalmente es un juego grupal, pero puedes adaptarlo a ti.
- Cómo hacerlo: escribe una frase. Dobla la hoja o baja la pantalla para ocultar parte de lo escrito y continúa sin mirar. Hazlo varias veces.
- Resultado: al final, tendrás un texto extraño y divertido que puede inspirarte una historia más grande.

Cinco sentidos en acción
La creatividad se alimenta de experiencias sensoriales. Este ejercicio conecta tus palabras con lo que percibes.
- Cómo hacerlo: elige un objeto cercano (una taza, una planta, una piedra). Describe cómo se ve, su textura, su olor, su sonido y hasta su sabor imaginario.
- Ejemplo: “La taza blanca brilla como una luna pequeña. Su superficie es fría, pero guarda un calor invisible que huele a café recién hecho”.
- Beneficio: potencia tu capacidad descriptiva.
Palabras al azar
Este es excelente para romper esquemas.
- Cómo hacerlo: elige tres palabras aleatorias (puedes abrir un libro al azar o usar una app de generador de palabras). Escríbelas en una hoja y crea una historia que las incluya.
- Ejemplo: palabras: “espejo, tren, gato”. Posible inicio: “El tren partió y en la ventana vi mi reflejo, pero no era yo… era un gato de ojos amarillos”.
- Beneficio: estimula conexiones inesperadas.
Cambia de perspectiva
Un mismo hecho puede contarse de mil formas.
- Cómo hacerlo: piensa en una situación cotidiana (por ejemplo, alguien que pierde el autobús). Escríbela tres veces: desde el punto de vista de la persona, del conductor y del propio autobús.
- Beneficio: ejercita la empatía y la creatividad narrativa.
Diario emocional creativo
En lugar de contar tu día como un resumen, transfórmalo en un pequeño cuento o poema.
- Cómo hacerlo: si hoy te sentiste cansado, no escribas “estoy cansado”, sino algo como: “Llevo en mis hombros un saco de nubes grises que pesan más que la lluvia”.
- Beneficio: conecta escritura con emociones y metáforas.
Ejercicios para entrenar la imaginación
Estos ejercicios son un poco más lúdicos, como si entraras a un taller de juegos literarios.
Continuar una historia
Toma el inicio de un libro famoso y cámbialo por completo.
- Ejemplo: “En un lugar de la Mancha…” → y a partir de ahí inventa que ese lugar no era un pueblo, sino una estación espacial perdida.
- Beneficio: rompe la seriedad, permitiendo crear nuevas versiones de lo conocido.
Preguntas imposibles
Plantea una pregunta extraña y respóndela con una mini-historia.
- ¿Qué pasaría si los relojes dejaran de medir el tiempo?
- ¿Cómo sería el mundo si las palabras tuvieran color y sabor?
- ¿Qué ocurriría si tu sombra decidiera independizarse?
Fotografía escrita
Busca una foto (puede ser tuya, familiar o de internet). Observa bien y escribe lo que pasó antes o después de ese momento.
- Beneficio: ayuda a imaginar historias a partir de imágenes reales.
Microcuentos de una línea
Ponte el reto de contar algo en una sola frase.
- Ejemplo: “El último mensaje que dejó en su móvil fue un silencio”.
- Beneficio: te enseña a condensar ideas.
Cómo mantener la constancia
De poco sirve hacer un ejercicio y dejarlo ahí. La clave es convertirlo en hábito. Aquí tienes algunos consejos:
- Crea un calendario: asigna un día a cada tipo de ejercicio.
- Varía: para que no te aburras.
- Guarda todo lo que escribas: aunque no tenga sentido, puede ser semilla de un gran proyecto.
- No te juzgues: recuerda que son entrenamientos, no obras maestras.
Ejercicio especial: el juego de la caja secreta (loop cerrado)
¿Recuerdas que al inicio te hablé de un ejercicio que parece un juego infantil? Aquí está:
- Toma una caja pequeña y guarda dentro objetos aleatorios (una llave, una foto, un botón, una moneda, una piedra).
- Sin mirar, saca uno y obsérvalo.
- Imagina que ese objeto es el centro de una historia: ¿quién lo usó?, ¿qué secretos guarda?, ¿qué pasaría si hablara?
Este ejercicio es poderoso porque transforma lo cotidiano en mágico. Nunca sabes qué historia puede surgir de un objeto común.
Reflexión final
Los ejercicios de escritura creativa son como llaves: cada uno abre una puerta distinta de tu imaginación. Algunos te llevarán a mundos fantásticos, otros a rincones íntimos de tu propia vida. Lo importante es atreverte a jugar, probar y dejar que las palabras se conviertan en tus aliadas.
Así que la próxima vez que te enfrentes a la página en blanco, no la veas como un enemigo. Piensa que es un espacio de juego, un terreno fértil. Y recuerda: la inspiración no llega sola, se entrena.